6 dic 2011

suposiciones

Supongamos que soy un alma en pena dando vueltas por la vida y un día se me da por entrar a un colegio primario. Supongamos también que veo a un nene, llamadoX, al que le gusta una chica llamada Y, (creo que de tantos ejes cartesianos y variables de matemática ya me traumé un poco). Resulta que X está entusiasmadísimo por una tertulia que se hace el viernes a la noche (a pura gaseosa baby, que tiempos aqueyos!), a la que Y va a ir, obviamente. El chiquito este…X, estaba planeado cómo carajo le iba a decir a Y que le gustaba, y se imaginaba: le pedía salir afuera, le hablaba 2 minutos de cualquier boludez y de una le tiraba el “¿querés salir conmigo?”, y como pasa a esa edad: nada cambia; a lo sumo se saludarían cuando entraran al curso, o podían volverse a su casa caminando de la mano…capaz, y listo.
La cosa es que llegó el viernes y con una intoxicación de Coca-ColaCheetos y Lays, después de “bailar” (poneeeeele) los temas pedorros del Dj de mil años ese, que le clava unos temas del año del pedo, y de boludear un rato con los chicos, X, logra llevar afuera a Y y hacerle la tierna propuesta.
-“Dejámelo pensar”- le dijo Y, la chica de las dos colitas de la cara mas linda del planeta. Eso definitivamente no estaba en lo planes de X, pero él entendió que era algo perfectamente lógico. La vida de Y estaba a punto de cambiar para siempre, ya no iba a ser Y solamente, sino que iba a pasar a ser “Y la novia de X”, y eso merecía un poco de reflexión, ¿no?.
Los chicos siguieron disfrutando de la mala música y matando el tiempo explotando los sobrecitos de mayonesa, sabora y ketchup, dejando las paredes extremadamente asquerosas y haciendo guerra de comida por 2 horas más. 
Como todo en la vida, la velada llegó a su fin, y los papás de X lo fueron a buscar, cosa que el se enteró por el aviso que hizo el hijo de puta del Dj por micrófono, que hizo que todos miraran por la ventana y X se muriera de verguenza, sí, su papá había ido a buscarlo en el auto porongo todo destartalado que le compró al gitano de a la vuelta, que mal. Y bueno…la noche había terminado y la queridísima Y no había aparecido, parece que ya no había más que hacer… pero en ese momento X, ya casi cerca del portón tiene una corazonada y se da vuelta, ahí estaba Ymirandolo desde la ventana. 
-“¿Y?” le dijo X a Y, -“Me tengo que ir”-
-“No”. 
Eso dijo. La pendejita conchuda se limitó a decir “No”, se dió vuelta y desapareció en medio de carcajadas, música, alcohol y rock ‘n’ roll. No mentira, las dos últimas cosas eran joda. Asique X se fué al auto caminando, tratando de mantenerse lo más derecho posible. -“¿Y, como te fué?”, preguntó la X-mom. -“Bien.”, le contestó X, mientras pensaba que lo que le estaba pasando no podía ser TANgrave, que tan pronto cicatrizara ese rechazo iba a ser capaz de encontrar el lado bueno de lo sucedido… que tenía que existir un hermoso aprendizaje de todo eso… que tarde o temprano se le iba a pasar, porque las cosas no pueden doler tan fuerte, no podía doler TANTO…
PD: Todas estas fueron suposiciones, está claro. Primero porque es imposible que alguien a los 11 años sea tan sensato como para tener pensamientos de ese nivel de madurez, y segundo porque es obvio que el pobre pibe se fué a su casa y estuvo toda la noche llorando con ganas da tirar la Play Station por la ventana, y ese momento lo dejó marcado por el resto de su vida, lo que influyó en sus “relaciones” futuras, en las que recontracagó a sus supuestas novias y optó por la piratería, el garch and go, el porro, el alcohol, las noches de descontrol…
Ojo, podría haber sido más fácil. Suposiciones otra vez. Supongamos que en vez del -“No.”, Y le tiraba un piano o algo por el estilo (muy pesado) por la cabeza, entonces X se hubiera dado cuenta de que hay cosas que tardan más en cicatrizar y que duelen igual o más fuerte.

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