Desde los 5 años vivía en una casa en un barrio que nadie conocía en
el que tenía una vecina loca que le hacía la vida imposible a mi familia
y no nos dejaba descansar en paz. Nos tiraba aceite en el portón,
pájaros muertos en el jardín, nos robaba materiales de construcción, nos
cortaba las rosas del patio, nos tiraba todas las hojas y ramas (mugre
en fin) de su patio al nuestro, etc.
Nunca nos entraron a robar, eso fué bueno. Al principio tenía muchas
vecinas amigas, pero con el tiempo ellas egresaron e hicieron sus vidas,
nos separamos.
Esa casa se lleva muchos de mis mejores recuerdos, pero también
muchos de los que no quiero saber nada. Ahí lloré por amores, sufrí
cuando mi viejo cagó a mi vieja, disfruté juntadas con mis amigas, fumé
por primera vez, hice asados con mis amigos, pasé mi último cumpleaños y
cumpleaños anteriores, ví como fueron cambiando mis amistades, tuve
ganas de morirme, de vivir también….
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Hoy vivo lejos de ese lugar, en una casa hermosa con vecinos que no
me rompen las pelotas. Tengo un jardín inmenso, un placard gigante, una
cocina enorme…, luz. De todas maneras no me apego a ese tipo de cosas,
chau casa de Juan Vucetich 1426, hasta nunca.
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