30 jun 2017

Freedom

Libertad. ¡Qué palabra! (Me la tatuaría, pero estoy en bancarrota en este momento). Escucho esa palabra desde que voy a la primaria, pero hasta este año nunca le había prestado atención. Creo que uno no se da cuenta de lo que tiene hasta que lo pierde, y eso fué lo que me pasó a mi. A veces perdemos las cosas y no nos damos cuenta, se mezcla todo con sensaciones “lindas” y “únicas” como el amor, cariño, ternura, acostumbramiento, felicidad, necesidad de estar acompañado… que estamos como sedados, pensamos que lo que tenemos en ese momento es mil veces mejor que la libertad… pero no. Nada es más hermoso y único que eso. Sin la libertad no somos nada, solo una persona que existe… dejamos de SER. No estoy en contra de las relaciones, aunque por como hablo pareciera que si. Hay relaciones sanas y tóxicas. Cuando no podes ser vos, cuando llega un momento en que ya no te reconocés y extrañas esa persona que solías ser…es porque estás tan enveneada que ya no podes pensar, es porque perdiste eso que se llama libertad. Por eso, en esta etapa de mi vida, defiendo a muerte ese valor, ese derecho humano. Porque sin la libertad no somos nada. Porque necesitamos personas a nuestro alrededor que nos dejen ser, que nos amen así, locos como somos; que no nos quieran cambiar y nos metan inseguridades en la cabeza que no tenemos. Hoy me miro y me doy cuenta de que me volví selectiva… que dejo entrar en mi vida solo a las personas que valoran el libre pensamiento tanto como yo… dígase amigos, familiares, conocidos… necesito gente con la mente abierta, gente sin prejuicios, con la que se pueda hablar de todos los temas y no haya tabú… Que hermosa esa gente. BIENVENIDOS A MI VIDA.

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