2 ene 2016

2016

Hace 3 días, mientras estaba de viaje en Mar de las Pampas con un amigo me percaté de todo lo que iba a llegar en este 2016. Las ganas de desaparecerme de la faz de la tierra o de parar el tiempo fueron inevitables. Facultad, estudio, vida nueva, nueva rutina, otra rutina más. No se por que mierda fué, pero sentí angustia y frustración; no sabia si era porque se me hicieron extremadamente cortas las vacaciones o por el hecho de que los seres humanos estamos toda la vida ocupados, con mil cosas por hacer, y nunca tenemos la oportunidad de fluir naturalmente y dejarnos ser. La cosa es que el "hay no te preocupes por eso ahora, falta un montón, que pesada" de mi amigo me explotó la nube de tristeza y caí a la realidad. Hoy, 3 días después. cuando ya estoy en mi casa, siento fiaca y esas ganas de desaparecerme nuevamente. Que cagada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario